¿El almacén es el corazón de la logística?

Según el integrador Solistica, «la gestión de almacenes influye tanto en los costos de la cadena de suministro como en la satisfacción del cliente, por tanto, es un factor clave para la rentabilidad y la competitividad de la empresa». Implícito en el proceso de producción y el de distribución, el almacén logístico, permite aportar valor a la logística de nuestra empresa a la vez que optimizar costes y mejorar el servicio ofrecido al cliente final.

Según SPC consulting, el almacén «es un lugar especialmente estructurado y planificado para custodiar, proteger y controlar los bienes de activo fijo o variable de la empresa, antes de ser requeridos para la administración, la producción o la venta de artículos o mercancías.» Esta definición parece obvia, pero la realidad es que engloba la influencia tanto en los costos de la cadena de suministro como en la satisfacción del cliente, por tanto, el almacén se convierte en un factor clave para la rentabilidad y la competitividad de la empresa.

Las funciones principales del almacén son:

• Gestionar, registrar y monitorear el flujo mercancías.
• Proteger, clasificar y controlar la mercancía con recursos tecnológicos y operativos.
• Consolidar la mercancía para su alistamiento y envío.
• Almacenar y conservar mercancías e insumos.
• Impulsar la logística inversa.
• Comprobar y certificar que las mercancías recibidas son las correctas.
• Aprovisionamiento de mercancías.

El almacén ha cobrado importancia como un espacio que no solo sirve para resguardar mercancías, sino también aporta valor mediante diversas actividades de servicio. Desde el armado de pedidos y el empacado, pasando por la maquila y el reacondicionamiento de productos, hasta el cross docking y la logística inversa; los servicios adicionales que pueden realizarse en la gestión de almacenes representan una diversificación de las actividades de la empresa logística que benefician a los clientes finales

Sin embargo, Gartner sostiene que para los años de Poscovid las cadenas de suministro diferenciadas de hoy van más allá de la simple logística eficiente, y que cumplen el propósito de su organización de la siguiente manera:

• Comprenden el valor del cliente.
• Invierten  en tecnología que impulse la resiliencia, la agilidad y la innovación.
• Promover la innovación y celebrar los éxitos en relación con los criterios ASG.

Por lo anterior, las estrategias terminan funcionando como el engrane y pasan de ser un fin a un medio para una atención más humana, efectiva y eficiente. La logística está respaldada en proyectos cada vez más ajustados a proyectos verdes, tecnológicos y focalizadas en el servicio. Aunque nunca dejara de ser clave la medición de la misma para ejecutar cambios respaldados en la estrategia y los números. Medir el progreso hacia los objetivos es la clave para tomar decisiones. El almacén logístico es un espacio que debe asegurar un flujo estable de mercancías y de información. Además, debe tener como objetivo fundamental la optimización, mejora y medición de sus procesos. ¿Cuáles son los indicadores claves de seguimiento?

Los KPIS (Key Performance Indicator) son las medidas financieras claves del desempeño de la empresa y el desempeño de la cadena de suministro. Según Chopra Sunil en la Administración de la cadena de suministro hay tres controladores logísticos claves, «instalaciones, inventario y transporte». Cada empresa tiene sus propios indicadores de gestión dependiendo de su modelo de negocio y la estrategia. Una impresa Industrial se enfocará en indicadores de producción, una empresa de e-commerce tal vez se incline por números de marketing digital, pero lo cierto es que a la hora de medir sus ventas y resultados de la cadena de suministro deben acudir a los datos de rotación de inventario y el aprovisionamiento de mercancías.

Según las EAE Business School tradicionalmente, la gestión de almacén remitía a la administración y el correcto mantenimiento de un espacio concreto y de las mercancías contenidas en él. «Básicamente, las funciones de la figura responsable de la gestión de almacén se limitaban al control de entradas y salidas, y a la revisión periódica del estado de los productos almacenados, con especial atención a los sistemas de rotación que garantizaban su máximo aprovechamiento reduciendo al mínimo las pérdidas sufridas.»

Tal es la importancia del almacén en la logística que los procesos más claves dentro de la medición se dan en él. Ahora las empresas se ven en la necesidad de incluir en sus estratégicas el uso de herramientas que arrojen datos en tiempo real como Smart Stock y otras para la captura automatizada de datos con las que los operarios puedan consolidar los movimientos e información de los insumos y referencias.

Cumplir con el objetivo propio del almacén, ser el corazón de la logística, Implica una validación, pensar en la gestión de almacén como un proceso vital asociado a la cadena de suministro, y que su correcto desempeño depende, en buena medida, de la adopción de una estrategia adecuada y de la implementación de las herramientas necesarias para automatizar procesos y tareas, establecer una comunicación fluida entre las distintas partes que integran sus procesos.